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16 de juliol, 2007

Europa, en la encrucijada




El largo proceso de construcción de la unidad europea se encuentra en un momento, especialmente delicado (hasta aquí, nada nuevo). La construcción europea (siempre) ha sido difícil y compleja; ha precisado de complejísimas negociaciones que, nunca han sido fáciles ni rápidas. Al contrario: difícil y, sobre todo, lento. A nadie puede extrañar que la negociación de intereses tan diversos y, en algunos (muchos) casos contrapuestos, genere tanta discusión y demande tanta habilidad negociadora, ese “toma y daca” constante; pero, es así, ya que hay que armonizar para avanzar en temas difíciles y de fuerte contenido económico.
Los problemas de la negociación nunca habían sucedido en un escenario como el actual: 27 países miembros y algunos con escasa vocación europeísta (por no decir, nula) y, en algunos casos, más pendientes de defender los intereses de EE.UU. que los de la construcción europea.
El Consejo de Roma del 20 de octubre de 2004, aprobó por unanimidad el tratado constitucional (15 socios, hoy, 12 nuevas incorporaciones). En 2007 18 socios lo han ratificado, 9 dicen que lo ratificarán y 3 abiertamente en contra (Reino Unido, Polonia, Republica Checa), en al posición de estos tres ya pudimos observar su posición, abiertamente atlantista, cuando la guerra de Irak.
Ahora, el consejo de de junio, en Roma, se llegado hasta donde se podía. ¿Qué se configura? A mi parecer: la Europa de varias velocidades. No ya, la de dos velocidades (por ej.: EURO), si no la de varias; pero, además le de mayorías reforzadas, en función de los temas de interés.
Se trata que el Tratado de Reforma (así se llamará, ahora), permita llegar con un texto aprobado por todos, a las próximas elecciones europeas de 2009. De ninguna manera podemos permitirnos que no se suscriba la Carta de los derechos fundamentales y, que no funcione el mercado interior de servicios de interés general, autentica razón de ser de la Unión Europea.
Esta UE, construida a base de muchos esfuerzos y sacrificios. Fundamentada sobre la base de valores de: justicia, solidaridad, y derechos sociales. Auténtico modelo social europeo que, constituye una esperanza para muchos pueblos del mundo