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24 de març, 2007

Unión europea, una gran oportunidad



Estos días se conmemora el cincuenta aniversario de Tratado de Roma. Es, sin duda, un gran motivo satisfacción para todos los que creemos firmemente en la necesidad de la unión política de Europa; en que la UE es algo más que un tratado de libre comercio o una simple unión monetaria.
El camino de construcción de la unidad europea ha sido y es, largo y complejo; en realidad ninguna gran obra lo es, y en este caso es especialmente complejo, precisamente por la enorme variedad de intereses nacionales en juego; por los temores y por las enormes resistencias de la multitud de lo que se venido llamando euro escépticos, que los hay de todos los colores dentro del arco parlamentario y fuera de el en cada país
Creo que hay que felicitarse por el camino andado. A la vez, hay que ser conciente que hay que avanzar superando, los no pocos obstáculos con los que se enfrenta hoy la UE. Algunos son endémicos, otros fruto de las últimas incorporaciones; también de las futuras (por ejemplo Turquía); pero sobre todo de cómo encarar la construcción política: Objetivos políticos claros e instrumentos jurídicos consensuados que lo hagan posible.
Hoy el proceso de construcción sufre una cierta parálisis, de un cierto inpás, que hay que superar buscando formulas de votación que eviten las minorías de bloqueo.
Hay que afrontar los nuevos retos como son: Participar activamente en la gestión de crisis internacionales, en las que Europa no puede estar al margen ni jugar un papel subalterno, para ello creo que es urgente plantearse con valentía el tema de la defensa común y para ello hacen falta recursos económicos .También el tema del terrorismo internacional. La seguridad energética. La inmigración ilegal. El modelo europeo de protección social
EL proceso ha tenido un gran defecto a mi modo de ver: En gran parte se ha hecho a espaldas de la población; podemos decir que, en algunos momentos delicados no podía hacerse de otra forma; seguramente, es cierto, pero no puede dejarse solo en manos de los burócratas un proceso que debe ser refrendado por las poblaciones respectivas de cada país miembro.
La declaración de Berlín que se está negociando estos días, puede representar un gran paso adelante, que haga avanzar en la buena dirección que, no es otra que la unión política.